Si tienes decidido cambiar de casa o estás pensando en comprar otra tienes que tener la prisa necesaria para que todo salga bien. Para ello es recomendable utilizar los servicios y asesoramiento de una inmobiliaria donde trabajen con honestidad y seriedad, y que sean capaces de entender que es una decisión muy importante y de grandes repercusiones para tu vida. Una inmobiliaria profesional realizará un análisis de tus necesidades y te enseñarán viviendas que realmente encajen con lo que buscas atendiendo a tus criterios de localización, habitaciones, características, etc… así como ajustadas a nuestro ()presupuesto. Una inmobiliaria profesional no te va a confundir enseñándote decenas de viviendas.
Los principales pasos a seguir previos a nuestra visita a una inmobiliaria:
1. Tener claro nuestras necesidades de vivienda con criterio realista, en cuanto a ubicación, número de habitaciones, garaje o no, ascensor, etc…
2. Es importante saber nuestras «fuerzas» económicas. De cuánto dinero disponemos y cuánto podríamos conseguir en hipoteca. Para ello hay que tener en cuenta, que las entidades bancarias financian un máximo del 80% del valor real de compra, es decir, necesitaremos tener previamente a la compra el 20% del valor de la vivienda, más una cantidad en torno al 12% para los gastos.
3. Visitar las viviendas propuestas por la inmobiliaria. Es necesario examinar la vivienda con detalle, valorar las calidades, escuchar las explicaciones y aclaraciones del profesional, perder unos minutos en «escuchar» la vivienda, comprobar si te puedes sentir bien viviendo en ella.
4. Analizar las viviendas ofertadas. Merece la pena valorar detenidamente las viviendas visitadas sin la presencia del profesional de la inmobiliaria. Siempre nos vendrán a la mente dudas y preguntas adicionales sobre ella. Una vez aclaradas las nuevas dudas, tomamos una decisión en firme de compra.
5. El precio. El precio facilitado por la inmobiliaria es el que ha proporcionado el propietario de la vivienda, precio que normalmente esta ajustado por el propietario escuchando los consejos de la inmobiliaria. Si bien es cierto que atendiendo al momento económico actual casi siempre es posible una pequeña negociación.
6. Cargas de la vivienda. Sólo hay una manera de saber si la vivienda esta prestando garantía sobre alguna deuda o préstamo, es solicitando una nota simple del registro de la propiedad. La agencia inmobiliaria se encargará de solicitarla y mostrarte que está libre. Además es importante verificar que no hay inquilinos.
7. Contrato de arras o señal. Llegado este punto la inmobiliaria redactará un contrato de arras entre «vendedor y comprador» con el fin de formalizar la compraventa. Se trata de un documento en el que se entrega una señal a cuenta del precio de la vivienda a modo de «arras penitenciales» que quiere decir que si trascurrido el plazo de vigencia del contrato el comprador no ha hecho efectiva la compra en escritura notarial o se arrepintiese perdería la señal entregada. De modo igual que si el vendedor desistiese de la venta perdería el doble de la señal entregada por el comprador.
8. Ultimar los detalles de la hipoteca con el banco, tasación de la vivienda por tasador oficial, preparar las cantidades según especificaciones acordadas con el vendedor y fijar fecha de escritura notarial. La inmobiliaria se encargará de organizar la firma y de avisar a todos los agentes intervinientes: vendedor, comprador, notario y bancos.
9. Firma ante notario. Fijado el día «sólo» queda la escritura pública de compraventa. Es la firma ante notario que es lo que nos otorga el título de propiedad. Pasados 7 días aproximadamente el notario nos entregará la escritura.
10. Impuestos y Registro. Una vez retirada la escritura de la notaría debemos liquidar los impuestos de Transmisiones para viviendas de segunda mano (si es nueva se liquidará el IVA junto con el precio en la notaría). Posteriormente se llevará al Registro de la Propiedad correspondiente para finalizar los trámites de la compra. Si para la compra hemos necesitado hipoteca, será una gestoría del banco la que tramite la escritura por cuenta nuestra.